domingo, 28 de octubre de 2012

Just a man and his will to survive.


Me encontraba mirándole fijamente a los ojos. Le miraba con ira y él me devolvía la misma mirada, el mismo cansancio sobre la espalda tras esta eterna guerra cuyo principio y motivo habíamos olvidado ya ambos.
De pronto pareció que nos dábamos cuenta de qué era lo que llevábamos tanto tiempo haciendo mal. Nos levantamos, él me siguió, quizás yo le seguí, o puede que fuera una mera casualidad el hecho de que ambos decidiéramos tomar ese camino sabiendo que el otro haría lo mismo.
Se me hizo raro. Por primera vez no noté su mirada cayendo sobre mi desde alguna parte. No noté su presencia cerca burlándose de mi, pero a cambio sintiendo un ligero temblor, un pié echado hacia atrás siempre preparado para huir. 

Y me encontré corriendo junto a él. A su lado. Y me detuve a mirarle. Y me di cuenta de que era el mismo nuestro rostro, eran los mismos nuestros demonios y las mismas nuestras ambiciones.

Y me pregunté qué llevaba haciendo todo este tiempo, cazándome a mi mismo
-Limón.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Nothing left to lose.


El viento otoñal, cargado de humedad, de nubarrones enfadados, a punto de descargar su rabieta sobre aquellos pobres que no se han acordado de coger paraguas, sobre aquellos gatos callejeros que no tenemos más que hacer que contemplar esta extraña puesta de sol, mueve mis bigotes. Me siento sobre mis patas traseras y ondeo la cola erguida. 
Todo esto es muy extraño, hace tiempo que tengo ganas de miar al mundo que se puede ir a la mierda. No tengo ganas de perseguir ratonzuelos de biblioteca, de embelesaros con mis historias de tiempos que ya pasaron, historias que ya fueron, o que tal vez nunca ocurrieron. 
Bueno, miento, si que tengo ganas. Lo intento, y fracaso, y me canso.
Me pongo en pie, adelanto las patas delanteras y me estiro con todas mis fuerzas.
Puede que sea una gata rara. Una de esas que no se encuentran en todas partes, que van, que vienen, desaparecen cuatro días, pero siempre vuelvo. Pruebo suerte aquí y allá. Caigo, me levanto, me siento un rato y lo vuelvo a intentar. 
Puede que estéis hartos de mi, de mi inconstáncia, pero no os dejéis engañar. Limón nunca se rinde. Siempre lo intento. He vivido nueve vidas. He desafiado todas las leyes físicas y no tengo nada que perder.
Me acurruco, agacho la cabeza que meto dentro del ovillo en el que me he convertido.


Mañana será otro día
Limón

sábado, 6 de octubre de 2012

Death or glory I will find.

Rebellion

Vuelvo a ver sus ojos riéndose de mi. Su sonrisa burlona de "he vuelto a ganar".
Vuelvo a notar la ira en forma de escozor recorriendo mi garganta. Cerrándome el estómago. Haciendo que me entren náuseas. Aunque aún hoy no puedo decir si esas náuseas fueron -y son- de la rabia, de haber perdido, de haber confiado, después de meses en alguien y que por enésima vez se hayan reído de mi, que me hayan usado, o, de haber sido tan estúpida de no haber aprendido la lección.
Pero eso no importa. Vuelvo sentir cómo se me empañan los ojos en lágrimas. Como las contengo y vuelvo a recuperar la respiración que se me había cortado.
Pero Limón, dijo un día que no por primera vez. Se negó a rendirse.
-Ah, no, si no me importas una mierda.-Vuelvo a forzar una sonrisa, probablemente la más perfecta que jamás me haya salido.
-Ya, claro.-Se ríe.
-¿Te lo demuestro?-Vuelvo a arquear una ceja.

Y antes de que pueda responder, vuelvo a ver la sangre que le cae por la boca. Vuelvo a ver sus ojos preguntándome "¿Qué cojones haces?" mientras vuelve a llevarse las manos al agujero de bala de su abdomen. Y me vuelve a temblar la mano que sostiene el revólver. 

-¿Limón?-Suelto un suspiro, abro los ojos, y la veo ahí, delante mío.-¿Has vuelto a tener pesadillas? Estabas temblando.

Ronroneo mientras me acaricia.

-Limón