domingo, 24 de julio de 2011

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Te encantaba escuchar los latidos de su corazón.
Tu eras pequeña, frágil, tenías miedo...
Pero al apoyar tu cabecita en su pecho escuchabas el sonido del valor, de la fuerza. Al escuchar cada uno de sus latidos, te sentías segura, que nadie podía hacerte nada, que nadie os podía oír, ni ver.
Ahora, muchos años después lo has conseguido. Nadie puede verte, ni oírte. Nadie puede escuchar tus gritos.
Cada día maldices el momento en que te separaron de tu madre. Cada segundo intentas recordar esa sensación, ese sonido. Pero el tiempo pasa, los recuerdos se vuelven rancios, y cada vez te cuesta más revivirlo.

lunes, 18 de julio de 2011

The sadness in your eyes.

Tu sentada en la cama mirando nada pero mirándolo todo, mirándote a ti misma.
No es que no te guste lo que ves, es que odias lo que ves.
Debajo de esa capa de piel, músculos, huesos y algún que otro órgano, no hay más que un pozo vacío.
Hoy tu mirada está asustada, tus labios cortados y la piel de alrededor de tu pequeña nariz, agrietada de tanto sonarte los mocos.
El tabaco está tirado por el suelo y todavía no has fumado.
Me da la sensación de que me he perdido algo importante, sé que no van a ser palabras salidas de tus labios quienes me lo cuenten, para eso ya está tu rostro.
Tus ojos ya rojos de tanto llorar y tu cara avinagrada no esconden tus sentimientos, algo muy impropio de ti Brunette, ¿Qué te está pasando? ¿Qué ha ocurrido para que te pares a pensar en que quizás solo pasando de las cosas no es suficiente?
Porque tu misero corazón está rodeado de alambre y con cada latido te desgarra por dentro.
No sé que haces saliendo a estas horas de la noche, y creo que prefiero no saberlo.

Solo te diré que a partir de las dos de la madrugada es mejor quedarse ya en casa.


Bru.

sábado, 16 de julio de 2011

Bum!

Margaret corre por los fríos pasillos, abre una puerta y llega al aparcamiento. Huele a gasolina, hace calor y oye unos pasos tras de si.
-A ver muñeca, hagamos un trato. Tu me devuelves esos documentos a los que nunca debiste acercarte, y yo no te mato. O si, depende de como lo pongas de difícil.-Le dice alguien mientras le rodea el cuello y le acaricia con el filo de un cuchillo.
Un sudor frío cae por su frente.
-No tengo miedo. Sé que no me harás nada, eres demasiado cobarde Beth. Perro ladrador, poco mordedor.
Nota un pequeño corte en la piel como respuesta. Y un disparo que hace que Beth se desplome en el suelo.
Y ahí a lo lejos, alguien baja el arma y se larga de ahí.

Puede que fuera cierto cuando le dijo que nunca permitiría que nadie se la quitase del medio.


Margaret&él.

viernes, 15 de julio de 2011

"Dos hilos perdidos de tu jersey favorito; esa horquilla que tanto te gustaba de pequeña; la mirada que te hizo temblar; una lágrima de felicidad y una carcajada."
Abrió la caja y se encontró con esa nota. Hacía tiempo que no la veía y la despreció como siempre. Ya ni se acordaba de dónde había salido, pero si qué era. Era la receta para un bizcocho de felicidad. Sus huesudos dedos frotaron su barbilla y  por un momento pensó que hacerlo, no podía estar tan mal. Pero esa idea la descartó enseguida.
Cogió las colas de lagarto y guardó la caja otra vez. Y como cada miércoles preparó unas galletas amargas, de esas que hacen llorar, y preguntarse como es sonreír.

jueves, 14 de julio de 2011

Shht.

Margaret y alguien estaban tumbados en la cama, despiertos pero en silencio. La luz entraba por las minúsculas rejillas de la persiana, y los dos miraban al techo.Él acariciaba su cabello y ella escuchaba los latidos de su corazón, con la cabeza apoyada en su pecho.
Siempre en silencio.
Ni se molestaban en abrir los labios. ¿Para qué? ¿Para estropear el momento con alguna frase sin sentido alguno que destrozar esa armonía?
Pero el tiempo se acaba, los dos saben que vigilar sus espaldas es algo que deben tener como costumbre. Un solo descuido y saborearán su propia sangre.
Ni siquiera saben si pueden confiar el uno en el otro...

Por eso es mejor guardar silencio.


Margaret & él.

domingo, 10 de julio de 2011

She is.

Verde, amarillo, naranja, violeta, rosado, azul, dorado. amaranto, añil, ámbar, azul cobalto, azul egipcio, berenjena, beige, bermellón, cardo, carmesí, castaño, cerceta, dulcamara, esmeralda....
Una infinidad de colores iluminaban la habitación, gracias al agua que caía entre los dos cristales de la ventana, y que al ser travesada por la luz del sol, proyectaba en las paredes un mural de arco-iris.
Las paredes eran blancas, sus cabellos castaños, sus ojos grises, y sus labios iban teñidos de carmín.
Y pese a vivir en un mundo donde todo era de color y donde siempre le habían intentado proteger de la ausencia de ello, nunca pudieron evitar que su corazón fuera negro.


Todos la conocen ahora, en su mundo, en el nuestro, en el de otros...
Es imposible no hacerlo. Su mirada fría se clava en lo más profundo del ser de todos. Provoca que su corazón se paralice unos segundos, y les corta la respiración.

Hace siglos que murió, pero la muerte todavía no se ha atrevido a decírselo...

sábado, 9 de julio de 2011

(fire)Flies.

120 km/h. Por la periferia de Paris. La adrenalina te nubla el cerebro, tienes ganas de subir más, pero la poca sensatez que todavía te queda te lo impide. La luz de las farolas se refleja en tus ojos. Sientes la moto vibrar bajo tus piernas, y el rugir del motor retumba en tu cabeza.
Llegas al lugar derrapando. Apesta a gasolina y a neumático quemado, pero muestras indiferencia ante ello. 
Te apoyas en la moto y ves que la gente te mira a lo que les ignoras.
Nadie sabe quién es la pelirroja nueva, de dónde ha salido, ni quién le ha invitado.
Pero pronto empiezan a venir moscones a probar suerte.
Te ofrecen un cigarro, al que miras con desconfianza, pero aceptas.
Aspiras el veneno y hechas una humareda por la nariz. Típico en gente que lleva tiempo fumando.

¿No se supone que tienes un pasado limpio de humo?


Ilse.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cheater, cheater best friend...

Día y noche acosándote, torturándote, y no puedes hacer nada. Te hace chantaje, porque puede. Pero las cosas van a cambiar, no puedes dejarte manejar por esa. Ha aprovechado que estás intentando cambiar para hacer contigo lo que le venga en gana. Pero ¿acaso no recuerda quién eres? ¿no sabe de lo que eres capaz?
Año nuevo, vida nueva, quizás es hora de que las cosas cambien.

Quizás es hora de recordarle en qué posición está.


Claire.

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Las luces de los coches policía iluminan la oscura calle de los barrios marginales de New  Jersey. Las sirenas destrozan el silencio que a esas horas reinaba acompañado de el motor de algún coche. Media acera acordonada, y varios agentes examinando el cadáver. 
Pero entre las sombras está sonriente Margaret, que ha cumplido con su faena hoy.
Ella sabe como disimular. Se acerca a la multitud que rodean el cuerpo y finge asustarse. 
-Él es Jimmy, un amigo mío.- Dice entre sollozos a un policía.
-Tranquila, acompáñenos a comisaría y le haremos unas preguntas.
Se sube al coche patrulla, pero antes se vuelve hacia su derecha, mira la puerta del bar y asiente con la cabeza. Al ver la señal alguien se mueve de allí.


Ya en comisaría alguien interrumpe mientras declara ante el agente. 
-Han hecho detonar una bomba.-Dice alarmado un becario.
A lo que Margaret responde con una disimulada sonrisa.


En alguna otra parte de la ciudad, en un bar, alguien alza su cerveza mientras susurra.
-Esta es por nosotros Maggie.

lunes, 4 de julio de 2011

Gasilla.

Con mucho cuidado extraes con las pinzas la pequeña pieza metálica que hay en tu herida. Envuelves tu pierna con una gasa y haces una mueca de dolor al andar. Pero no te va a parar una simple herida,. Te giras y ves a Bru observándote des del marco de la puerta, y riendo.
-No tiene gracia.
-Vaya, pues debo ser muy rara, porque a mi si.- Dice mientras entra, y se sienta en tu cama- No sé como carajo te as hecho esto, pero creo que hay algo que estás haciendo mal.
-Lo tengo todo bajo control.
-Yo no diría lo mismo.-Hace una pausa y te mira desafiante- Si quieres te puedo ayudar.
-No hace falta, que ya me apaño sola.
-Como quieras, pero la próxima vez no dejes el revólver a la vista.- Dice mientras se va.


Y es que esta muchacha siempre te pilla con todo.


Ilse.

And hope that saturday will be the day when everything feels okay.

Oyes los latidos de tu corazón bombeando muy fuerte. Cada latido es una pequeña explosión. Destruye tus esquemas, desprende un gas hipnotizante y deja escombros de sensaciones extrañas.
Como una tormenta donde las gotas de agua se llevan la sensatez a un lugar de donde nunca volverá. Los escalofriantes relámpagos te asumen en un mundo aparentemente perfecto, pero el estruendo de los truenos te despierta y te devuelve al mundo real. Un sitio en el que estás sola en medio de esa gran tormenta perdida en un lugar donde nunca antes habías estado, y del que no sabes como salir ilesa. 


Y no lo entiendes, es algo muy raro. Tu quieres, claro que quieres. Lo deseas, con todas tus fuerzas. Pero sabes que no puede ser...
Sabes que sería una misión suicida. 
Quizás simplemente debes dejarte llevar. O quizás lo mejor sea que hagas caso a la razón, es una locura. Sería ir directamente al fracaso.Aunque si no lo intentas nunca sabrás que habría pasado.


Puede que lo mejor sea esperar...


Limón

LOSER

Te despiertas con un fuerte dolor en el hombro. Estás con Adolpf delante.
-Maldito Edward- Musitas. Te incorporas y haces una mueca de dolor. Miras tu herida y te ha salido un sarpullido. Al ver tu cara de asco Adolpf ríe.
-¿Sabes qué es eso?
-No-Dices mosqueada- Pero duele.
-Cierra los ojos y repite en su nombre para ti.
Desconfiada, lo haces. Aparece un flasback en tu cabeza. Primero unas sombras desfiguradas, que van tomando forma, y puedes verle en un caserón antiguo, en Rumania. 
-He visto donde está.-Dices asombrada.
-Al morderte lo hizo mal. Cuando hincan los dientes, segregan un líquido, que si no lo reprimen y la víctima queda con vida, se mezcla con la sangre, y permite ver lo que hace en cada momento. Así que ya sabes que toca.


Asientes con la cabeza y te vas corriendo. Llegas de noche a un bosque y esperas. Medio dormida, oyes unos pasos que te hacen ponerte en guardia. Y ves a Edward que se sienta en un tronco tirado en el suelo. Te has encargado de restregarte por todos los árboles de la zona, para que cuando lo huela, no pueda saber dónde estás.
-Vaya, ¿perritos por aquí?. Ha sido muy arriesgado por tu parte Limón. ¿Que has venido, volando sobre Dumbo?- Se burla de ti, mientras torna la cabeza para comprobar que no estás tras él.
Aprovechas y te lanzas encima suyo, bloqueándolo como en el río.
-Veo que a alguien se le ha olvidado como no ha de morder a sus presas. Tranquilo, a medida que vayas adquiriendo más experiencia, ya no te pasarán estas cosas.
-¿Que haces con ese ajo?- Balbuecea. En sus ojos brilla un miedo satisfactorio para ti.
Le desgarras la camiseta. Transformas tu brazo derecho en humano, y coges uno de los ajos que llevas colgado al cuello con una cuerda. 
-He pensado que como que te gustan los tatuages, quizás no te vendría mal uno que te recuerde en qué posición estás. 
Intenta levantarse antes de que sea demasiado tarde, pero con la otra pata le pegas un zarpazo en la cara, esta vez, menos profundo, pero doloroso igualmente. Coges una cabeza de ajo y se la restriegas por el pecho grabando un LOSER en él. En pocos segundos reacciona con la piel, y empieza producirle quemaduras. Suelta un chillido y se desmaya del dolor. El grito ha sido muy sonoro, pero el vampiro más cercano tardaría unos 20 minutos como mínimo en llegar. Eso si alguien acude en su ayuda, pues los vampiros son muy traidores, y pocas veces ayudan a sus camaradas, ni aunque sean de su misma casta.
Te vas hacia el aeropuerto, el último avión hacia Barcelona está apunto de salir, y no quieres llegar tarde como de costumbre.

Y hasta que no estás sobrevolando esas tierras no te quedas más tranquila. Por suerte, ya has comprobado que no haya ningún vampiro en tu vuelo...


Srta. De Limón.