"Dos hilos perdidos de tu jersey favorito; esa horquilla que tanto te gustaba de pequeña; la mirada que te hizo temblar; una lágrima de felicidad y una carcajada."Abrió la caja y se encontró con esa nota. Hacía tiempo que no la veía y la despreció como siempre. Ya ni se acordaba de dónde había salido, pero si qué era. Era la receta para un bizcocho de felicidad. Sus huesudos dedos frotaron su barbilla y por un momento pensó que hacerlo, no podía estar tan mal. Pero esa idea la descartó enseguida.
Cogió las colas de lagarto y guardó la caja otra vez. Y como cada miércoles preparó unas galletas amargas, de esas que hacen llorar, y preguntarse como es sonreír.
Sonreír con el alma.
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