Se sentía pequeña y frágil pese que a sus escasos quince años era más fuerte que muchos adultos que conocía.
Últimamente no solía mostrar su sonrisa cuando estaba con gente, una mirada llena de melancolía, de un corazón roto que latía débilmente intentando revivir con todas sus fuerzas, sus pensamientos en un mar revuelto junto con sus sentimientos, lástima que no supieran nadar...
Pocos sabían cómo se sentía. Solo mostraba su mirada melancólica ante la gente, cuando estaba con personas su sonrisa no desaparecía y sus ojos radiantes de felicidad ocultaban cualquier rastro que las lagrimas hubieran dejado.
No sabía qué pensar, qué sentir...
Así que dejó de torturarse y puso su mente en blanco y dejó que el destino hiciera de las suyas.
-Evellyn
Cerrar los ojos ante los problemas no hará que desaparezcan. Cuando vuelva a abrirlos la herida seguirá ahí, dejar la mente en blanco, al fin y al cabo, es un placebo temporal que terminamos digiriendo con unos buenos amigos.
ResponderEliminarEvellyn debería contar con ellos. Aparentar estar feliz las veinticuatro horas, cuando hasta el aire de tus pulmones pesa acaba pasando factura.
PD: Me encanta leerte.(:
J.