Como si el agua fuera a llevarse tus problemas cañerías abajo. Pobre ilusa. Ni siquiera te secas la cara, simplemente te miras en el espejo. ¿Qué ha sido de Ilse? ¿Acaso estás enamorada? Empieza a temblarte el pulso. No, no puede ser. Todo empezó como un juego. Repasas los acontecimientos: Tu le gustaste. Intentó ligar contigo. A ti no te importó. Te largaste. Cuando no sabías qué hacer acudiste a él y en vez de mandarte a la mierda te acogió en su casa. No has podido dejar de pensar en él.
¿Por qué le da tanto miedo querer a Ilse?
ResponderEliminar¡másmásmásmás, porfaporfavor!
ResponderEliminar