Entonces me di cuenta. Todo estaba cayendo. Todo se evaporaba. Cenizas es lo que éramos. Di otro trago a la cerveza que recorrió mi garganta, helada. Y decidí no hacer caso de nada. Volví a la realidad inventada en la que vivía. Abrí los ojos. Me encontraba entre una gran masa de gente apretujada en ese recinto demasiado pequeño para un concierto de un grupo tan conocido. Como pude, me abrí paso hasta la primera fila y dejé que los guturales del cantante fueran absorbidos por mi piel. Que la guitarra y el bajo, como si de una corriente eléctrica se tratasen recorrieran mis venas. Y que mi pulso lo decidiera la batería que parecía que de un momento a otro fuera a romperse por los fuertes golpes que recibía.
Volví a cerrar los ojos.
-Limón.
This war is ours.
(Cenizas es lo que éramos. ><)
ResponderEliminarme encantan los relatos que parecen sacados de la mitad de alguna historia, tan incompletos. y se te da bien eso *-*
Estoy con el comentario de arriba. Se te da demasiado bien crear mini historias que parecen ser fragmentos de alguna historia completa. Y aún siendo eso, fragmentos, tienen muchas sensaciones e interpretaciones en ella.
ResponderEliminarun beso!
Me encanta. Estoy con Clío y con nubedealgodón.
ResponderEliminarY la sensación de los instrumentos, de la música golpeando el cuerpo... Grande.
Besitos <3