domingo, 9 de septiembre de 2012

You made me nice for a while, but my dark side's true

El sonido del hielo quebrándose sonó por aquél piso casi vacío. Margaret arqueó una ceja. ¿De veras creía que podía presentarse ahí después de todo y decirle eso?
-No. ¿En qué narices te has metido ahora? Te dije que dejaras esos negocios.-De pie, al lado de la puerta cerrada por eso de que hasta las paredes oyen, él no podía estar más asustado.
-Joder. Que me dejes ya de una puta vez. No te metas más en mis jodidos asuntos.-Bebió de ese wisky barato que ahora le estaría destrozando el estómago lentamente.
-No, no puedes continuar así. De la última saliste por los pelos. ¿Acaso quieres terminar en la cárcel? 
-No intentes cambiarme.- La luz empezó a parpadear. Se sentó en lo que parecía ser un sofá cubierto con una sábana.
-Como quieras.-Contestó él cabreado.- Cuando te pase algo no moveré un dedo por ti. No pienso sacarte de tus embrollos.
-Lo harás, siempre lo haces.-Rió mientras daba otro trago.
-Me temo que esta vez va a ser diferente para ambos.Tu te metes, tu sales. No pienso meterme en tus asuntos. Tengo demasiadas cicatrices para querer hacerlo una vez más...-Dijo mientras Margaret se acercaba a él y con sus brazos rodeaba su cuello.
-¿Tienes un cigarrillo?-Sonrió.

-Margaret y él.

1 comentario:

  1. Estoy segura de que la sacará del lío en que se meterá Margaret, como siempre lo hace. Y eso me da cierta ternura hacia él.

    (besos agridulces)

    ResponderEliminar

Si dejas comentarios, que sean sobre la entrada, blog, o alguna pregunta que tengas para mi. Por favor, no hagas spam, no visitaré tu blog si lo haces...
gracias :)