jueves, 16 de junio de 2011

Un copo de blanca nieve cae sobre tu pequeña y helada nariz. Un enorme vaso de strarbucks, de café macciato entre tus manos es lo único que te da calor. El carmín de tus labios está por poco helado y casi no les permite gesticular. Tu ondulada melena de color trigo está protegida por la capucha de la sudadera que robaste a Ryan hace tiempo y que la has usado tantas veces des de que se fue, que ahora a duras penas conserva su olor remplazado ahora por el aroma de tu colonia. Mañana Ryan vuelve a Londres y aunque nunca lo habrías imaginado, no tienes ganas de eso. Todo acabará de una manera tan estúpida. Un error te va a costar demasiado caro. Acaricias la pulsera ya arreglada. ¿Quién puede tener tanto interés en que le dejes? ¿Alguna zorra de esas que le va detrás? No, ninguna  tiene tu teléfono, a no ser que te espíen, cosa que dudas mucho. Ha de ser alguien cercano a ti... ¿Pero quién? 

Sea quien sea, lo que tienes claro es que no vas a darle el placer de cortar con él.


Charlotte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si dejas comentarios, que sean sobre la entrada, blog, o alguna pregunta que tengas para mi. Por favor, no hagas spam, no visitaré tu blog si lo haces...
gracias :)