"Mentíamos y nos gustaba, nos reíamos a sus espaldas. Tuvimos todo lo soñado, pendíamos de un hilo.
Solíamos pensar que la vida eran cuatro días, que no importaba que hiciste ayer mientras hoy puedas deslumbrarlos a todos.
Nos consumíamos la una a la otra. Empezamos a mentirnos, eso fue lo peor.Fundé un pueblo en medio del desierto, estas cosas no suelen salir bien.
Puede que fuera el alcohol, las drogas, las mentiras y el dolor. Suelen decir que si mezclas pastillas con alcohol puedes acabar muy mal. Si las mezclas con sentimientos, acabas peor.
Realmente nunca he llegado a saber cómo llegó a parar el arma a mis manos.¿Qué coño hacía un revólver en una fiesta?Ni siquiera sé cómo llegamos a ese punto.
Los recuerdos de esa noche son vagos, confusos, pero puedo recordar perfectamente el retroceso del disparo, las lágrimas en mis ojos y en los suyos, su cara de estupor mirando la herida en el pecho, y la sangre corriendo a borbotones."
"Cuando me empezó a gustar la sangre"
Pude leer en el título.
- Margaret y él.
Impactante. Me ha gustado mucho :)
ResponderEliminarlos excesos siempre son malos..
ResponderEliminarme encanta tu forma de escribir.